El parque nacional Montaña de Celaque (a partir
del año 2015 se le llama Biosfera Celaque) es un sitio natural protegido,
situado en la república de Honduras, formado por montañas, mesetas, bosque
nuboso y en donde se localiza el punto más alto del país Centroaméricano.
Su configuración es la característica básica
de un macizo con laderas pronunciadas, casi inaccesibles. Está ubicada entre
los departamentos de Copán, Ocotepeque y Lempira, en el occidente de Honduras.
Las vías de comunicación terrestres rodean esta impresionante elevación y
enlazan las ciudades de Gracias y Santa Rosa de Copán.
El macizo tiene una variada flora y una
orografía muy interesante, la cima de su elevación, se asemeja a una corona
rodeada de unos siete picos que encierran una enorme planicie, desde la cual
fluyen doce ríos, indicadores de la existencia de un gran acuífero en sus
entrañas, destacándose El Arcagual, Blanco, Cospa, Aruco, Grande, Mocal, Negro
y otros, que se derraman hacia el norte y sur del territorio.
Localizado cercano a la ciudad de Gracias,
departamento de Lempira, con acceso también por la carretera del municipio de
Belén Gualcho, en el departamento de Ocotepeque. La extensión en su núcleo es
de 236.5 km2, es un bosque nublado, aquí se encuentran seis de las siete
especies de pino que se conocen en Honduras.
Ecoturismo
La experiencia inicia con una caminata que se
puede realizar desde la carretera pavimentada, hasta el centro de visitantes.
Más de 30 km de senderos existen para las caminatas a cualquier gusto. El
Parque cuenta con 5 senderos: La Ventana, Liquidámbar, El Gallo, Mirador de la
Cascada y Camino al cielo. Además se cuenta con un centro de visitantes y 3
campamentos para acampar con instalaciones techadas y baño.
Algunos turistas han perdido la vida al
haberse extraviado siendo el más reciente hace 11 años aproximadamente Marcell
Van Hoeven de Holanda, quien después de tres meses se dio por perdido, he
incluso los familiares viajaron a Celaque para confirmar su ausencia, a la cual
su hermano, dejó una placa de recuerdo en el centro de visitantes al pie de la
montaña.
La montaña ofrece desde sus alturas y en días
despejados, hermosas panorámicas, pudiéndose apreciar desde allí pueblos muy
lejanos al igual que las cascadas, como la caída del río Arcagual que puede
apreciarse desde la distancia. En el año 2000, el explorador y escritor German
Alfaro, se inspiró en ella para escribir el libro, "El hombre que amó a la
Montaña" y se acreditó, haber descubierto en una de sus 18 expediciones a
la montaña, una caída de agua frente a Chimis de más de ochenta metros de
altura.
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